9.17.2008

Oda a Streecar


Ahora sí, ya he vuelto. Estoy aquí, ¿estoy en casa?
Vuelta a las calles desordenadas de ladrillo amarillo y rojo. Vuelta al T de “trades”, a las escaleras misteriosas, a los millones de olores de cada puerta. A tener cuidado de no pisar ningún caracol cuando después de la lluvia sale de nuevo el sol.
A saber decir por aquí no paso.

Ahora sí, ya he vuelto. ¿Alguien quiere quedarse?
La verdad es que al final parece que me gusta esta puta ciudad llena de trozos.

3 comments:

Caro de Tebas said...

pisar caracoles es una sensacion terrorífica, perece que el crujir, en vez de ser él sean tus propios huesos que se troquelan...

lola ten cuidado con los caracoles que son amigos míos

en el clavo said...

ya ya, tu dirás lo que quieras pero me ha dicho un pajarito que cuando puedes te pones morada a adorables caracolitos...

Caro de Tebas said...

Tienes razón, pero creo que en mi estómago se está mas calentito que bajo un zapato...