Pero tu, Raquel, habías llegado sigilosamente, sin decir nada. Y de golpe estabas viviendo en Londres y Pere y yo estábamos extremadamente sorprendidos. Yo te daba las instrucciones prácticas que se le dan a todos los principiantes en la city. Estaba excitada, vaya novedad se me había venido encima! Pero tu ya lo tenías todo solucionado. Tenías una habitación en Clerkenwell, pequeña y barata, que Albert (que creo que no se llama Albert en la vida real pero sí en mi sueño), tu antiguo amante, te había alquilado por un año. Además creo que trabajabas en una especie de museo antiguo, con murallas o castillos o algo así. Me parece que ese lugar ya lo había soñado en otro contexto, reciclo localizaciones oníricas.
Y ahí estábamos, paseando por la ciudad, yo nerviosa por tu aparición repentina, tu la mar de tranquila.
Espero que todo esté bien por la ciudad condal, como la llaman en la tele. Y ya sabes, Loscos, Londres te espera y si vienes algún día no se te ocurra organizarte sin mi.
Y ahí estábamos, paseando por la ciudad, yo nerviosa por tu aparición repentina, tu la mar de tranquila.
Espero que todo esté bien por la ciudad condal, como la llaman en la tele. Y ya sabes, Loscos, Londres te espera y si vienes algún día no se te ocurra organizarte sin mi.
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